¿Porqué vinimos al mundo?

Pensando en la creatividad y en como las cosas han ido surgiendo en este mundo, tanto por parte de las plantas como por parte del resto de seres y objetos inanimados que pueblan la tierra debo decir que me ha surgido espontáneamente la idea de que todo  ha ido evolucionando gracias a su paciencia a su estar en la tierra sin realizar ninguna acción fruto de un pensamiento inconsciente. Si un pez comía o de repente consideraba salir a la tierra para que poco a poco generación tras generación y según la teoría de la evolución de Darwin se convirtiera en una animal terrestre y poco a poco en un hombre, todos estos procesos de evolución surgieron gracias a la espontaneidad de los animales, un actuar creativo frente a la vida que los diferenció de otros de su especie y que hizo que en cierto momento se produjese cierta evolución hacia lo que somos hoy en día. No simplemente por hecho de mutar que también me parece un acto creativo de las células del cuerpo, y cuando hablo de creativo hablo de una generación espontanea de una acción como consecuencia de una inteligencia no sólo adquirida sino transmitida de padres a hijos.
De la misma forma, actualmente la forma de evolución que tenemos es la creación consciente de las cosas, esa apertura esporádica que sufrimos los seres humanos y que nos impulsan a investigar o crear algo directamente sin necesidad del pensamiento. Es cierto que posteriormente utilizamos ese pensamiento para discriminar cosas pero prácticamente no sólo el acto creador sino las posteriores decisiones en el camino de la creación completa son tomadas por una simple intuición y que nos llevan a un resultado final.
Por lo tanto, esa chispa vital que todos poseemos en nuestro interior que ha dado fruto a todas las creaciones necesarias para que estemos hoy en día debe tener un fundamento. Es aquella no-materia origen de la inteligencia que crea, espontánea, intuitiva y que hace evolucionar nuestra especie desde hace miles de años.
Ese ingrediente primordial que no es fruto del pensamiento. Si nos damos cuenta estas acciones surgen de la pureza, sin ira, sin odio, sin rencor, sin pensamiento, sin deseo, vienen a este mundo sin influencias. Cuando vienen por cualquiera de estas influencias no es algo legítimo y que tenga un fin especial, simplemente surge  forma parte de lo ya creado no aporta nada nuevo. Sólamente aquello que surge de esa pureza, paz y tranquilidad mental aporta un nuevo resultado a nuestra vida y a la del resto de lo seres.
Del mismo sitio donde surge esto parece que existe lo que es llamado el tercer ojo, y es la capacidad de ver nuestros propios pensamientos y el resto de sensaciones que tenemos. Es como intentar escuchar un sonido externo pero volviendo el oído hacia nuestro cerebro. Si observamos con la misma paz en la que permanecemos cuando surgen las acciones tendríamos un modo de vida legítimo, nuestra respuesta a ¿Porqué vinimos aquí? Ser origen de esas acciones puras que aporten creación al mundo, expresar la acción creadora.