Yo no soy nada de lo que pueda pensar, porque todo pensamiento es un producto de mi YO, es una expresión de él. YO soy el pensador, el que se mantiene idéntico a sí mismo cuando piensa y cuando no piensa, cuando piensa “blanco” y cuando piensa “negro”. El que piensa no se altera, no cambia. Por lo tanto, yo no podré encontrarme a mí mismo pensando, porque pensando sólo estaré girando alrededor del YO.Gracias Pablo por tu comentario.
¿Cómo se le dice a la mente: Basta! y déjate llevar?