viernes, 11 de octubre de 2013

S.N. Goenka - Meditación Vipassana

Sentir el cuerpo, fijar la atención en nuestro cuerpo, notar las sensaciones que se producen desde el interior, observar la cantidad de cambios que se producen en un instante en nuestro interior ya es un atisbo de la cantidad de vida que existe dentro de nosotros. La cantidad de momentos que componen el presente, la cantidad de estados diferentes por los que pasamos a lo largo de nuestra vida. Todo es impermanente, todo cambia, aún las cosas más aparentemente sólidas cambiarán.

Después de haber realizado un curso de 10 días de meditación Vipassana en el centro Dhamma Neru en Santa María de Palautordera me cambió el punto de vista, ahora miro un poco más hacia el interior, noto que realmente el sufrimiento se encuentra en mis patrones inconscientes, el exterior tiene poco que ver, aún todo lo que sucede en la televisión, o en mi vida, son eventos que solamente se interrelacionan con mis condicionamientos aprendidos pasados, con la parte de mi inconsciente que reacciona a ellos. Los demás no tienen la culpa de ser como son, yo tampoco tengo la culpa de ser como soy, es así y no puedo hacer nada para cambiarlo, no vale la pena reaccionar más para cambiarlo.

A cada instante nuestra máquina mental está reaccionando a todos los sucesos tanto mentales como externos y si no estamos atentos, nos lo perdemos, nos podemos quedar encajados en cualquier pensamiento o ristra de pensamientos o dándole vueltas a cualquier sensación.

Es una maravilla saber todo esto, es liberador conocer que esto se produce así, existe un camino para la liberación, existe una forma de salir de Matrix, de nuestros condicionamientos, de nuestra mente, y esto es la conciencia momento a momento de la realidad presente, de que lo único permanente es la impermanencia, de que todo los fenómenos que están relacionados con los sucesos surgen y desaparecen, tarde o temprano, esto no quiere decir, 1 segundo ni 5 minutos ni 10 horas, pueden ser semanas, meses o años, pero finalmente desaparecen.

Esta creencia racional, es liberadora, de hecho cierta experiencia de esa realidad también nos lo confirma, si nos mantenemos ecuánimes, sin reaccionar con aversión/rechazo, avidez/apego al deseo/necesidad de cumplimiento, a veces, podemos ver que ocurre algo en nuestro interior, algo que nos produce liberación.

Mientras seguimos todos en su propio bote remando hacia las orillas de la liberación, cada uno con su equipo de condicionamientos, de trabajo en la atención, de inteligencia, pero todos somos parte de lo mismo. Aunque puede que nos duela no haber llegado todavía, queremos estar iluminados, queremos dejar de reaccionar negativamente a cosas externas, trabajo, gritos, ira, rabia, frustración, miedo y además comenzamos a no querer reaccionar positivamente ante las cosas que nos causan placer, no queremos tener tanta avidez por los dulces, las comidas deliciosas, los viajes de aventuras, los coches deportivos, las mujeres asombrosas, ser piloto, ser cantante, ser famoso, ser rico, ser poderoso.. pero nuestra máquina sigue generando estos impulsos, la máquina de tantos engranajes sigue girando aunque nosotros queramos detenerla, asi que el único método de liberación es ser consciente de que ni podemos cambiar estos efectos, porque asi trabaja la mente, como que tenemos una nueva perspectiva de observación desde nuestra atalaya, nos vemos desde arriba, nos podemos observar desde otra perspectiva, no desde la del pensamiento, sino desde la del sentir.

En lugar de ser pesimistas ante este hecho, es lo que es, la culpa o la pena no nos puede hacer cambiarlo, no podemos ser más listos, ni más tontos, más atentos ni más despistados, en este momento, aquí y ahora, es lo que es.

Sentir sin juzgar, sentir sin dejarnos arrastrar por el pensamiento, nos permite ser un poco más libres, sin importar que a veces todavía consideremos lo que nos diga nuestro pensamiento como algo tan importante. La autoridad del pensamiento es algo de lo que debemos librarnos, no hacerle más caso, olvidar que el pasado tiene la respuesta al futuro.

Sólo son mis propias conclusiones, no las juzgues, experimenta tu propia vida, tus propios condicionamientos, juicios y valores. Y sobre todo, medita, practica la conciencia para cada vez, estar un poquito más arriba en la atalaya de tu cuerpo, quizá eso es el tercer ojo. El ojo que no juzga, el espejo que ve pero no se queda pegado a lo que ve, el testigo, etc..

D.E.P. S.N. Goenka, gracias por crear esta organización mundial de cursos de meditación Vipassana para la ayuda de tantos seres, es de gran importancia para el cambio de nuestra humanidad.
Espero que todos los seres encuentren la felicidad verdadera, la paz verdadera, la armonia verdadera y que S.N. Goenka, allá donde se encuentre su Ser sea feliz, este en paz y armonía para poder seguir transmitiendo la joya del Dhamma.

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